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Tanto la higiene como la seguridad alimentaria son temas de vital relevancia para cualquier persona con hijos. Sobre todo si nos referimos a comedores escolares. Es lógico interesarse por la calidad de la comida en el colegio, el tratamiento de los alimentos o incluso por la variedad en la dieta. En este sentido, hay que destacar que en España la seguridad alimentaria está muy regulada. Esto se debe a que hay mucha conciencia al respecto de la seguridad de nuestros hijos.
La seguridad alimentaria en un comedor escolar debe ser abordada siguiendo las estipulaciones que recoge el Documento de Consenso sobre la Alimentación en los Centros Educativos Este escrito, elaborado conjuntamente por el Ministerio de Sanidad, el de Educación y la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), recoge las siguientes garantías mínimas:
Hay que garantizar la correcta conservación y almacenaje de la materia prima. El protocolo de manipulación de alimentos debe ser estricto y riguroso.
Debe haber personal de vigilancia profesional que vele por la integridad de las personas. Deberá estar preparado para atender alergias e intolerancias, respetar los tiempos de comida y promocionar hábitos saludables.
Es indispensable la supervisión del menú, así como la inspección y seguimiento de los alimentos empleados. Además, tiene que haber información clara y detallada accesible para alumnos y familiares.
Durante un curso normal, se estima que 1,7 millones de niños y adolescentes hacen su comida principal en un comedor escolar. Esta cifra revela la importancia de contar con un minucioso protocolo de limpieza, mantenimiento y supervisión. Solo así se puede asegurar el cumplimiento de la normativa vigente en los centros escolares.
Cuando las comidas se elaboran de principio a fin en las instalaciones del colegio, este es el responsable de aplicar todas las medidas de seguridad. En cambio, si el menú lo elabora un proveedor externo, la responsabilidad es compartida.
En cualquier caso, todos deben seguir las siguientes recomendaciones y normas de obligado cumplimiento:
Por último, cabe destacar que los requisitos de higiene de un comedor escolar no difieren especialmente de los de cualquier establecimiento de restauración, ya que existen unas normas comunes aplicables a cualquier lugar donde se manipulen alimentos. Y, por suerte, para poner en práctica muchas de las medidas de seguridad alimentaria basta con usar el sentido común.
Además, nuestra sociedad cada vez está más concienciada sobre la importancia de garantizar el buen estado de los productos y velar por una correcta higiene. Por ese motivo, si alumnos, padres y monitores de comedor están correctamente informados sobre la importancia de este asunto, podemos mejorar la seguridad alimentaria entre todos.