Índice de contenidos
Una de las principales ventajas de una alarma es la posibilidad de desanimar al ladrón cuando ve la placa disuasoria que la anuncia. De esa manera, muchos ni siquiera se plantean intentar la intrusión y buscan objetivos más fáciles.
Así que enseguida surge la pregunta. ¿Por qué no poner la placa distintiva se tenga alarma o no? ¿Es legal poner una placa disuasoria si no tengo una alarma?Te lo explicamos de manera clara.
Existen tres tipos de placas disuasorias o de señalización según el sistema al que hacen referencia:
Se trata de una placa distintiva que anuncia una alarma que no está conectada a la central receptora de ninguna empresa.
Estas placas se pueden poner libremente en nuestra propiedad. No obstante, no hacen referencia a ninguna empresa ni servicio de seguridad que vaya a intervenir tras el salto de alarma. Por ende, su efecto disuasorio es muy dudoso.
En este caso, cada empresa cuenta con una placa identificativa muy reconocible, pues utiliza la identidad corporativa de la marca. Este factor facilita su detección y aumenta el efecto disuasorio.
Cabe resaltar que la empresa no entrega la placa. Lo que sí hace es alquilarla. Por tanto, la placa es propiedad de la empresa y solo puede ser usada por terceros mediante un contrato.
Sin dicho contrato, se incurre en:
Estas placas son más complejas, ya que hay que cumplir las leyes de protección de datos y especificar bien el responsable de los datos y su gestión en el propio cartel.
Es por eso que el uso de estas placas, sin tener un sistema real de videovigilancia, puede exponer datos nuestros. También puede ocurrir que, si no están bien consignados en el cartel, nos causen problemas con las estrictas leyes de protección de datos.
En primer lugar existen los riesgos legales que ya hemos visto:
También debemos tener en cuenta que muchos cacos son expertos en placas. Conocen bien las falsas y saben cuándo hay una alarma de verdad y cuándo no.
Descubre cómo piensa un ladrón
Eso puede hacer que, con un examen rápido, descubran el engaño y entren a robar, pensando que el cartel se debe a que hay algo valioso que queríamos proteger. En este sentido el riesgo puede multiplicarse.
Teniendo en cuenta los riesgos y, tal y como dispone la ley, no es legal poner una placa sin un contrato que lo permita cuando la placa hace referencia a una empresa de seguridad.
Cuando la placa refiere a una alarma conectada a la central receptora, el efecto disuasorio es real.
Muchos ladrones buscarán un objetivo más sencillo y, los que echen un vistazo más detenidamente, comprobarán que también es mejor no intentarlo, ya que la alarma es verdadera.
Además, todas las placas reales tienen el número de la central de alarmas. De este modo, cualquier persona puede llamar si ve algo sospechoso, lo que ayuda a prevenir y anular el robo.
Si este contenido te ha sido útil, puede que te interese: