¿Qué hacer si mi hijo hace bullying a sus compañeros?
El acoso escolar es un problema y, por eso, vamos a dar pautas prácticas y eficaces para actuar contra el bullying. No obstante, en este caso vamos a verlo desde la perspectiva de los padres que sospechan que su hijo hace bullying a sus compañeros.
¿Por qué los niños hacen bullying a otros niños?
«A mi hijo no le quieren en el colegio»
Esta es una frase habitual entre los padres de niños que acosan a otros. Sin embargo, los motivos por los que los niños hacen bullying pueden ser muy variados. Entre otros:
- La deseabilidad social.
- El contexto familiar.
- La autoafirmación indebida.
- Los problemas de autoestima.
- La venganza y la frustración.
- La falta de empatía.
La deseabilidad social
Muchos niños aprenden pronto la importancia de pertenecer a un grupo y de tener un lugar destacado. A veces, cuando no se sabe obtener atención de otra manera, el niño recurre al bullying. De este modo tratan de ganarse la atención de sus compañeros.
El contexto familiar
Crecer en un entorno agresivo, donde la violencia (física, verbal o psicológica) está naturalizada como una manera de afrontar conflictos puede convertir a un niño en un abusón. Es fundamental vigilar que nuestros hijos no se exponen a conductas violentas de forma cotidiana.
Asimismo, también se deben evitar actitudes xenófobas, racistas y, en general, cualquier forma de expresión relacionada con los delitos de odio.
La autoafirmación indebida
Cuando los niños se sienten inseguros y encuentran la solución a través del uso de la fuerza, el insulto o la amenaza. Esto les lleva a autoafirmarse y sentir que hacen lo que es correcto para sí mismos.
Los problemas de autoestima
Un niño con baja autoestima puede verse llevado a recurrir a la violencia. Su incapacidad para valorarse a sí mismos hace que no valore a los demás. En otros casos, puede deberse a la envidia que siente hacia otros compañeros.
La venganza y la frustración
Otra razón es que el niño haya sido víctima del bullying o lo esté siendo. En estos casos, su frustración y su rabia le llevan a tratar de la misma manera a otros niños.
La falta de empatía
Hay niños que no saben ponerse en el lugar de los demás. Este pensamiento egocéntrico les impide entender las consecuencias de lo que están haciendo. No obstante, no hay que olvidar que, a partir de los 8 años, un acosador siempre sabe que está haciendo daño. Por lo que una falta de empatía no justifica su comportamiento.
En cualquier caso, la razón del bullying no suele ser exclusiva, sino una combinación de varias de las anteriores.
¿Cómo detectar que mi hijo hace bullying?
Tanto niños como niñas pueden hacer bullying. Mientras que los chicos tienden más a la violencia física, las niñas usan más rumores, humillación y estrategias de carácter social.
Por eso es importante detectar ambos comportamientos, ya que muchos padres piensan que el acoso escolar es solo violencia física.
Los estudios de Davis Robert Faris, de la Universidad de California, los del Instituto de Educación de Londres y otras fuentes fiables nos permiten identificar 6 signos que indican que nuestro hijo comete acoso escolar:
- Está obsesionado con el estatus y la popularidad, un rasgo más presente en los acosadores que en el resto de niños.
- Su conducta, física o emocional, es agresiva.
- Sus amigos son abusones.
- El niño pasa mucho tiempo online. Se ha demostrado que los acosadores están más tiempo conectados que el resto de niños.
- Ha habido un divorcio o el niño no vive con los padres biológicos.
- Al niño también le hacen bullying.
Es importante comprender que la presencia de un signo no significa que nuestro hijo haga bullying. Asímismo, también pueden existir los casos en los que no se cumple ningún signo y el niño comete acoso escolar. Es importante el contexto y analizar con cuidado cada situación.
¿Qué hacer si mi hijo hace bullying y cómo ayudarle?
Lo primero a tener en cuenta si tu hijo hace bullying es la comunicación y la educación. En este sentido, expertos de la Universidad de New Hampshire dan unas pautas que funcionan:
- Dejar claro al niño que no se tolerará que haga bullying.
- Decirle que no se acerque al niño que acosa.
- Supervisar en lo posible su juego y sus acciones.
- Usar la disciplina, nunca el castigo físico ni el castigo positivo (introducir un estímulo aversivo para el niño).
- Usar el castigo de restauración, de modo que repongan lo roto, arreglen o compensen el daño causado.
- Mostrar empatía y cariño, pues los niños reflejan su entorno.
Por otro lado, si acudimos a un profesional, es preferible hacerlo con el permiso del niño y haciéndole ver que es para mejorar las cosas.
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