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Los sistemas de videovigilancia están entre los métodos más efectivos para un hogar o negocio. Sobre todo si combinamos la cámara con una alarma. En este sentido, una duda común es si recurrir a cámaras camufladas o instalar sistemas de vigilancia que queden a la vista. Conocer las características de cada uno te ayudará a determinar qué sistema se adapta mejor a tus necesidades.
La ley te permite usar e instalar cámaras de seguridad de todo tipo. Desde mini cámaras, hasta cámaras ocultas, pasando por circuitos cerrados de videovigilancia. Las condiciones de uso aparecen recogidas en la Ley de Protección de Datos. El requisito principal es que debes avisar de que tu recinto está siendo grabado (con carteles homologados, por ejemplo). Si quieres saber más al respecto, quizás te interese leer el siguiente artículo:
No existen cámaras de vigilancia mejores o peores sino situaciones diferentes. Por un lado, puede ser muy buena idea instalar cámaras ocultas en una tienda de ropa, siempre que se notifique su presencia. Así nadie sabrá dónde están los puntos ciegos y evitarán llevarse nada. Por el contrario, existen casos en los que es mejor instalar cámaras visibles en tu negocio, si este no dispone de lugares dónde ocultar una cámara, por ejemplo, o si de la mercancía es muy valiosa y queremos disuadir a los ladrones.
En cualquier caso, analiza detalladamente el entorno que deseas proteger. La amplitud del espacio, las condiciones de luz o el horario son factores que debes tener en cuenta. Todo ello te ayudará en la elección final de la cámara de vigilancia más adecuada.
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