Según el artículo 148 de la Constitución Española, las competencias en Medio Ambiente dependen de cada Comunidad Autónoma. Por ese motivo cada una tiene su propio colectivo de guardas forestales, con su propia regulación y normativa.
España tiene una superficie de más de 50.000.000 de hectáreas. En este sentido, el Ministerio del Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente realiza su Informe Anual de Indicadores en el que se resaltan, entre otras cosas, la cantidad de bosques y territorio forestal en España. Así pues, España se sitúa como el 2º país con mayor proporción de bosques de la Unión Europea, solo por detrás de Suecia.
En este sentido:
Según datos de AEAFMA (Asociación Española de Agentes Forestales y Medioambientales), en total, en España hay casi 5.500 agentes dedicados a proteger el Medio Ambiente.
Como ya se ha mencionado, cada Comunidad Autónoma tiene su propio cuerpo de guardas forestales (salvo Ceuta y Melilla, que no tienen ninguno). Así pues, ordenados de menos a más agentes, los guardas forestales de cada Comunidad Autónoma son:
A efectos prácticos, un guarda forestal es muy similar a cualquier otra Fuerza de Seguridad del Estado (como la guardia civil), siendo su ámbito de especialización la flora, fauna y geografía de la zona que deba proteger. Sus principales tareas son:
Además, no es inusual que esto agentes se coordinen con otras cuerpos o entidades (Bomberos o veterinarios, por ejemplo) para mejorar su efectividad.
Por otro lado, hacen uso de la tecnología para proteger a los animales. Por ejemplo, muchos de sus coches utilizan ahuyentadores de animales para evitar colisiones no deseados. A su vez, también se encargan de proteger especies en extinción y de evitar especies invasoras.