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El efecto disuasorio es el resultado que producen diferentes elementos al desalentar y, por tanto, disuadir a un ladrón de que cometa un robo antes de que lo intente. Es decir, consiste en hacer cambiar de opinión a un posible ladrón cuando intenta cometer un hurto o robo.
Las mejores maneras de crear un efecto disuasorio y espantar a los ladrones son:
Para prevenir que entren a robar, hacer como que estamos en casa es una de las mejores opciones ya que hace que muchos ladrones se lo piensen dos veces. Por ese motivo es importante contar con sistemas domóticos y elementos conectados al Internet de las Cosas (IoT). Así podremos programar nuestra Smart TV para que se encienda cuando nos vamos a trabajar o que suene la música durante unas horas al día si estamos de vacaciones.
Si no podemos permitirnos este tipo de sistemas, siempre podemos pedir ayuda a algún vecino, amigo o familiar para que se pase de vez en cuando, mueva las persianas, riegue las plantas, encienda alguna que otra luz y, en definitiva, que finja que la casa no está vacía durante largos periodos de tiempo.
Poner un cartel bien visible en la fachada de nuestra propiedad o en la puerta de acceso es una de las mejores formas de evitar robos. Así estaremos a avisando a cualquier intruso de que nuestra casa:
Bajo ninguna circunstancia se deben poner cámaras de seguridad falsas o utilizar placas de disuasión sin contar verdaderamente con sistemas de seguridad. Generalmente, causan más problemas de los que solventan y suponen un riesgo mayor en caso de ser descubiertos.
Otros métodos para evitar que los ladrones entren a robar en nuestra casa pueden ser:
Una de las mejores formas de proteger un hogar contra los robos es mediante el efecto disuasorio. Como se suele decir, mejor prevenir que curar. Por eso, seguir estos consejos de seguridad puede ayudarte a ti y a los tuyos a ahorraros algún que otro susto.
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