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Las redes sociales y las plataformas de intercambio de información en Internet han permitido a millones de usuarios de todo el mundo compartir experiencias y opiniones. Sin embargo, muchas veces no somos conscientes de las implicaciones que tiene colgar ciertos datos personales en la red.
Por ejemplo, es el caso del sharenting, donde los padres cuelgan contenido de sus hijos sin pensar en las consecuencias. También sucede muy a menudo en las aplicaciones para conocer gente, donde subimos información sin saber quién está mirando.
Es por eso que más de una vez nos gustaría poder eliminar nuestros datos, imágenes o publicaciones de Internet. Por ese motivo, hoy analizamos el derecho al olvido en el marco de la Ley de Protección de Datos.
Directamente relacionado con las nuevas tecnologías, el derecho al olvido es la posibilidad que tiene una persona de retirar de Internet información publicada sobre ella misma. Este derecho también es conocido como Habeas Data.
El derecho a borrar datos personales en Internet está a disposición de todos los usuarios. Lo más habitual es aplicarlo para eliminar datos alojados en los buscadores de internet, como Google, y también para eliminar perfiles en redes sociales. Así lo reconoce una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) publicada en mayo de 2014.
Desindexar es solicitar a los motores de búsqueda de diferentes buscadores que no rastreen, y por tanto, no muestren determinado contenido. Es el equivalente a eliminar información, datos o publicaciones de los buscadores y bases de datos. De este modo, si una publicación no está indexada, no aparecerá en Google, por ejemplo.
Para eliminar una publicación es necesario tener en cuenta los siguientes criterios:
Partiendo de la premisa de que todos los usuarios tienen derecho a borrar datos personales en Internet, existe un procedimiento legal para conseguirlo.
La mayoría de las veces, los buscadores. Las grandes plataformas (Google, Bing, Yahoo…) disponen de formularios específicos para cursar peticiones de este tipo.
Si el buscador no indica al usuario cómo debe proceder para borrar sus datos o desestima su petición, se puede recurrir a para iniciar una solicitud de tutela de derechos. Así la Agencia Española de Protección de Datosbayudará a eliminar estos datos. Este organismo público determinará si el usuario tiene o no derecho a forzar la eliminación de datos que le afecten directamente.
En última instancia, el TJUE puede dirimir cuándo un usuario puede ejercer su derecho a la intimidad. Todas las decisiones de la Agencia Española de Protección de Datos se pueden recurrir.
En ocasiones se desestiman las solicitudes para borrar datos personales en Internet. La clave radica en si la información que debe retirarse de la red se considera o no de interés público. Es lo que sucede con la mayoría de recursos presentados por figuras públicas (políticos, grandes empresarios, artistas…).
Otro tanto puede decirse de la información que tenga algún tipo de utilidad social (noticias sobre delitos, datos de contacto del personal de una institución pública…). Es por ello que cada caso debe tratarse de manera particular.
En definitiva, es necesario realizar un uso responsable de Internet y estar atentos a lo que subimos a la red. De otro modo nuestra seguridad online se puede ver afectada sin que nos demos cuenta.
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